Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el Hospital San Juan de Dios de Tenerife pone en valor su proyecto “Me pongo en forma”, que se centra en el ejercicio físico adaptado y el entrenamiento funcional personalizado. Es una iniciativa que está marcando un antes y un después en la promoción de la autonomía y el bienestar de las personas con discapacidad.
Según explica María de la Rosa, directora del Área Sociosanitaria y de Solidaridad, el proyecto nació con un propósito claro: ofrecer un espacio donde la práctica deportiva sea accesible, segura y motivadora para todos y todas. “Queríamos que las personas que atendemos en el área pudieran incorporar el ejercicio físico en sus hábitos diarios disfrutar de la actividad física igual que en cualquier gimnasio, con programas ajustados a sus capacidades y necesidades individuales”, señala.
El programa, que se desarrolla de lunes a jueves, combina ejercicios con el propio peso corporal, bandas elásticas, pesas ligeras y técnicas de respiración inspiradas en el yoga. Estas sesiones se realizan con el apoyo de un profesional, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD), quien diseña y supervisa, junto al resto del equipo, las rutinas de manera personalizada, garantizando la seguridad y la correcta adaptación de cada ejercicio. “Su acompañamiento técnico y humano ha sido fundamental para generar confianza en las personas participantes y favorecer su progreso”, destaca De la Rosa.
La incorporación de técnicas de respiración y relajación ha tenido una acogida especialmente positiva entre quienes experimentan ansiedad o inseguridad al enfrentarse a la actividad física. “El yoga ha sido clave para ayudarles a concentrarse, relajarse y sentirse parte del grupo”, añade la directora.
Además, este programa contempla actividades de senderismo terapéutico que refuerzan el bienestar físico y emocional, ya que proporcionan un marco de desarrollo personal y grupal en entornos naturales, fuera del entorno residencial.
Más allá de los beneficios físicos, el impacto del programa se refleja en la mejora de la autonomía personal y emocional de los participantes. A través de evaluaciones funcionales y tests de movilidad, el equipo técnico ha podido constatar avances significativos en la independencia diaria de las personas que participan en las sesiones.
Para María de La Rosa, el valor más importante de esta iniciativa radica en su capacidad para generar sentido de pertenencia y confianza. “No se trata solo de moverse, sino de sentirse parte de algo. Para muchos, compartir una rutina, superar pequeños retos o simplemente disfrutar del momento en grupo, marca una gran diferencia”.
Este compromiso con la inclusión se refuerza con la participación del Hospital San Juan de Dios de Tenerife en el proyecto europeo Move On, que promueve el movimiento como herramienta de integración y salud.
Desde el área sociosanitaria se trabaja para que cada persona, independientemente de sus capacidades, encuentre su propio camino en el ejercicio físico: ya sea mediante ejercicios funcionales en casa, la práctica de senderismo terapéutico o la integración en equipos federados.
En el marco del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, María de La Rosa reafirma la filosofía del centro: “La inclusión no es un gesto, es un compromiso diario. Con apoyos adecuados y espacios accesibles, el ejercicio adaptado se convierte en una oportunidad real de transformación, de bienestar y de autonomía para todas las personas.”