La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad degenerativa del sistema nervioso más frecuente (por detrás de la enfermedad de Alzheimer). Lo que la hace una de las principales enfermedades que ocasionan un importante problema socio-sanitario, debido a la alta incidencia en la población y al gasto que conlleva.
Jonathan López, neurólogo del Hospital San Juan de Dios de Tenerife comenta que anualmente se puede llegar a diagnosticar, aunque de forma variable según la región estudiada, entre 8 y 18 nuevos casos por cada 100.000 habitantes, cifra que puede aumentar hasta aproximadamente 160 casos por cada 100.000 habitantes para personas de 65 o más años (uno de los principales factores de riesgo para esta enfermedad es la propia edad). Además, parece que este riesgo está aumentado en varones con respecto a las mujeres, siendo hasta casi 2 veces superior.
Según el doctor López, aunque actualmente no disponemos de un tratamiento definitivo que revierta o que detenga completamente la evolución de la enfermedad, existen cada vez más tratamientos novedosos que se suman a los ya existentes desde hace años, que pretenden mejorar la calidad de vida de los pacientes. Este tratamiento no debe estar centrado única y exclusivamente en la medicación, sin lugar a duda, el realizar actividad física a diario, tener buenos hábitos de vida y mantener unas buenas relaciones sociales hace que, si bien el proceso de la enfermedad no se vea detenido, sí se vea enlentecido de forma sustancial.
El Hospital San Juan de Dios ofrece un tratamiento integral a las personas con Parkinson, tanto desde el punto de vista neurológico (en consulta y/o en hospitalización cuando es necesario), como de rehabilitación y fisioterapia. Además, disponemos de un área de prescripción de ejercicio físico, asesoramiento nutricional y otros servicios que pueden colaborar a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
Con motivo del Día Mundial del Parkinson, la Federación Española de Parkinson y el movimiento asociativo de toda España promueven la campaña “Pon una etiqueta positiva” para destacar el impacto que la imagen social del parkinson tiene sobre las personas que conviven con la enfermedad.