Se posicionan en el cuidado y alivio del sufrimiento al final de la vida
La Orden de Religiosos Camilos en España, la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Hospitales Católicos de Madrid, la Conferencia Española de Religiosos CONFER y la Federación Nacional LARES han convocado una jornada abierta en la que han presentado su posicionamiento en torno a la Ley de Eutanasia que entra en vigor esta semana.
En un acto presencial desde el Centro San Camilo de Tres Cantos y retransmitido por YouTube, religiosos de España e instituciones sanitarias católicas han presentado un manifiesto conjunto con el que se posicionan ante la Ley de la Eutanasia.
Comprometidos con el alivio del sufrimiento y el cuidado de la vida, los convocantes defienden la vida como un bien y un valor fundamental sobre el que se sustenta la persona por lo que su respeto es imprescindible
Desde el respeto a la dignidad humana exigen no dañar la vida ni la integridad personal, sino promover y cuidar la vida, actuando para aliviar el sufrimiento. En este contexto, la sedación paliativa correctamente indicada, cuando no son efectivas otras medidas, y administrada previo consentimiento del paciente, respeta y humaniza el proceso del final de la vida mitigando el sufrimiento intenso e incoercible.
En el manifiesto constatan que la sociedad puede hacer posible que personas con vidas frágiles o muy limitadas se encuentren integradas y acogidas, dedicando suficientes recursos sanitarios y sociales que hagan posible afrontar estas situaciones. Para lo que ofrecen su compromiso con la humanización del cuidado de la vida de las personas sin pretender alargarla o acortarla irresponsablemente.
Temor a una cultura del descarte
Como delegado general de los Religiosos Camilos, comprometidos con una muerte digna desde hace más de 400 años, José Carlos Bermejo promueve la adhesión al manifiesto. “Tememos que la ley de la eutanasia desmotive a personas que necesitan cuidados para vivir dignamente y con sentido; que intereses espurios generen demanda de ayuda o ejecución de eutanasia; que disminuya el compromiso social por salir al paso de la soledad no deseada y de los cuidados dignos en la dependencia, así como prácticas indiscriminadas de sedación no correcta. En definitiva, tememos una cultura del descarte en torno al sufrimiento y el morir”.
Por ello, Bermejo ha destacado que el Centro San Camilo ha incluido en su Código Ético el rechazo a cualquier planteamiento eutanásico: “Como institución perteneciente a la Iglesia Católica seguimos sus directrices morales y apostamos por cuidar y acompañar a las personas al final de la vida y a sus seres queridos”. Por lo que ofrecen acompañamiento integral y holístico, respetando las voluntades anticipadas de los pacientes.
Compromiso que comparten en la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, referentes en la atención paliativa y a enfermos crónico en España desde su implantación hace ya más de 30 años. El director del departamento de Ética en San Juan de Dios, José María Galán explica que “percibimos una creciente sensibilidad social ante el sufrimiento al final de la vida y queremos expresar públicamente que seguimos comprometiéndonos con la paliación del dolor y el sufrimiento humanos, ofreciendo la aplicación eficaz de unos Cuidados Paliativos de gran calidad que, a la vez, respeten la vida sin provocar la muerte. Confiamos en que nuestra capacidad de acogida, acompañamiento y cuidado de las personas en las fases finales de la vida aliviarán su sufrimiento. Y nos hacemos solidarios con ellas a través de nuestra Hospitalidad para ayudarles a afrontar el último periodo de su vida que puede ser experimentado como el más difícil vivir”.
Asimismo, mostraron su apoyo al manifiesto Juan Vela, presidente de LARES Federación; Olga Ginés, presidenta de Hospitales Católicos; y Rosa Abad, responsable del área sociosanitaria de CONFER, en una mesa redonda sobre la actividad de cuidado al final de la vida.
Previamente, la jornada comenzó con la ponencia Cuidar al final. Posicionamiento ético a cargo de José María Galán González-Serna.
Tras la lectura del manifiesto las entidades convocantes han invitado a adherirse a otras congregaciones y asociaciones católicas dedicadas al cuidado de la salud, así como a profesionales sociosanitarios.