El Programa de Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas cumple 5 años

“Aún recuerdo aquella primera llamada, hace ya 7 meses, de una voz dulce, cálida y cercana. Me temía lo peor y un escalofrío recorrió mi cuerpo, pero instantes después, esa voz permitió que me tranquilizara y pudiera complementar el historial de mi abuela. La llamada provenía del Gabinete de Atención Integral a personas con enfermedades avanzadas”. Así explica su primera experiencia la nieta de una usuaria del programa de Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas puesto en marcha hace cinco años por el Hospital San Juan de Dios, Cruz Roja y La Fundación La Caixa. Esta colaboración tiene como finalidad ofrecer una intervención psicológica, social y espiritual que complementa la asistencia sanitaria para conseguir una atención integral. 

Este equipo de apoyo psicológico no sólo se preocupó de la paciente, sino que también lo hizo, y de una manera excelente, de sus nietas (cuidadoras principales), las cuales acababan de perder a su madre y sin haber podido aceptar dicha pérdida, asumieron sin duda alguna y desde el minuto uno, el cuidado de su abuela, explica Laura, psicóloga del equipo psicosocial. 

“Nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades avanzadas y de sus familiares. Uno de los retos que asume el Programa es generar evidencia científica para que este tipo de atención a pacientes y a familiares resulte eficaz y, a la vez, eficiente” afirma Gemma Roquerias, coordinadora del programa en Santa Cruz de Tenerife. 

En este sentido, el equipo de Cruz Roja Tenerife de atención psicosocial (EAPS) en San Juan de Dios interviene para mejorar los aspectos emocionales del paciente y su familia, marcando una importante diferencia en un momento tan delicado como el final de la vida, con ello se mejora los niveles de ansiedad, tristeza y malestar tanto del paciente como familiar, hasta la integración de aspectos espirituales que les permitan afrontar serenamente el proceso final, respetando las creencias y convicciones propias.

Como señala la nieta de la usuaria “el seguimiento de este equipo fue IMPECABLE”, para quien la psicóloga fue, sin duda alguna, “una luz en nuestro camino”. “Personalmente, he de comentar que su preparación para el día de la despedida lo hizo mágico, puesto que de alguna manera me hizo creer en el concepto de resiliencia”. También recuerda lo importante que era preparar a dos niñas pequeñas para la despedida y, “por suerte, una vez más, ahí estaba el equipo de psicólogos, los cuales mediante sus pautas y material complementario me ayudaron a guiarlas y prepararlas para ese día”.

Desde el inicio de la colaboración en el año 2016, el equipo de atención psicosocial ha atendido un total de 182 pacientes, 150 familiares y 21 familiares en duelo. 

“Ofrecer a las personas con enfermedades avanzadas y sus familias una atención cálida, sensible y humana, además de velar por el bienestar físico y emocional de nuestros pacientes son vitales para garantizar la dignidad de la persona”, así lo indica el director médico José Carlos del Castillo. 

Soporte a profesionales

Además de la actividad asistencial que se desarrolla en el Hospital, en los últimos años se ha iniciado talleres de autocuidado para los profesionales sanitarios a través de la práctica de mindfullness, así como actividades de soporte mediante charlas y talleres a los profesionales relacionados con la intervención con familias, planificación anticipada de cuidados, criterios de complejidad en el paciente al final de la vida, entre otros. Además se da apoyo a  la formación al Voluntariado de San Juan de Dios en talleres de acompañamiento en el duelo.

El Programa para la Atención Integral a Personas con Enfermedades Avanzadas, es un programa consolidado a nivel nacional, avalado por la Organización Mundial de la Salud, complementan la actuación de las organizaciones en el ámbito de los cuidados paliativos y la atención a las enfermedades avanzadas en España. Desde sus inicios, el programa ha atendido a más de 150.000 pacientes y 200.000 familiares.