El Centro Psicopedagógico pone en marcha un taller para convertir el arte en vehículo de las emociones de los usuarios

El Centro Psicopedagógico San Juan de Dios de Tenerife acaba de poner en marcha un proyecto denominado "Mi Cuerpo y mi Voz a través de las Emociones" llevado a cabo por  la asociación De Narices- Payasos y Artistas Comprometidos.
Una iniciativa dirigida a personas adultas con discapacidad intelectual y trastornos de conducta y cuyo objetivo se centra en usar el arte como medio de expresión.

La acción se prolongará durante los dos próximos meses y pretende que durante un día por semana alrededor de 30 usuarios del centro hagan del arte una forma de expresión, de inclusión y terapia dirigida a manifestar aquellas emociones que no pueden expresar fácilmente con palabras.

De esta forma, se pretende que a través de la música, el teatro, la danza y las  artes plásticas, los alumnos dispongan de nueva herramientas que, a través de una forma de comunicación universal, puedan potenciar su creatividad y autoestima, sacando a la luz todos sus aspectos positivos y haciéndoles sentir seguros de sí mismos.

También se incide en la estimulación de la espontaneidad, al mismo tiempo que se favorece la unidad como grupo y se facilitará la comunicación entre los compañeros.

Los alumnos irán compaginando las diferentes modalidades de expresión con el fin de ofrecerles un amplio abanico de  posibilidades de expresión.

Bajo la premisa, Mi cuerpo y mi voz a través de las emociones, el taller está coordinado por artistas profesionales con amplios conocimientos y experiencia en el campo de la psicología y la pedagogía y que son los encargados de enseñar a los alumnos a transmitir adecuadamente sus emociones y sentimientos.

El Centro Psicopedagógico San Juan de Dios de Tenerife comenzó a funcionar en 2001 con el fin de atender a personas con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años con discapacidad intelectual, así como trastornos de conducta y mentales.

Entre sus servicios, cuenta con una unidad residencial con 40 plazas para pacientes con problemas más severos, así como un centro de día con 20 plazas.

Entre las actividades que lleva a cabo figura el desarrollo de talleres de psicomotricidad, lectoescritura, manualidades, habilidades de aspectos vinculados a la vida diaria, además de acciones destinada a la comunicación de emociones, relajación y actividades de ocio y deporte.